jueves, 1 de diciembre de 2011

Comienza diciembre

Para una entusiasta de la Navidad, el primero de diciembre se presenta como un día propicio para empezar a escribir entradas en un blog. Pues sí, a pesar de que la Navidad cada vez llega antes a los grandes almacenes, a pesar del exceso de consumismo que parece transformar esta fiesta en algo que no es, el primero de diciembre empiezo a montar el árbol, el belén, a colgar adornos. Si no tengo nada más que hacer, dedico el día entero a estas tareas, acompañada por música navideña de fondo (ahora mismo, el Oratorio de Navidad de Bach) y bebiendo té navideño y manteniendo a ralla a mis compis felinos, que insisten en una decoración alternativa. Al finalizar la jornada, suele estar casi todo listo. Si tengo clase o cualquier otra actividad, la decoración de la casa puede prolongarse un par de días más pero es una tarea que vivo con muchísimo entusiasmo.
Mi madre me cuenta que, cuando era pequeña, la Navidad comenzaba en su casa realmente el día del sorteo de Navidad. Mi abuela Elvira los despertaba a todos con roscos de anís y con los niños de San Ildefonso cantando los números en la radio. También es parte de mis recuerdos de infancia y el soniquete de los cantores es parte integrante de la banda sonora de la Navidad española, aunque todavía me siguen sonando raros los "euros" en lugar de las "peeeeseeeeeetaaaaas".
Sin embargo, en mi casa, el ambiente navideño se instala el primer día de diciembre, mezclando tradiciones españolas e inglesas. El abrir cada día una ventanita del calendario de adviento (o hacer que mi osito se vaya trasladando cada día a uno de los calcetines de un calendario de adviento de tela) lo vivo con sentimientos encontrados, puesto que supone un día menos para Nochebuena pero también me recuerda que el tiempo pasa volando, inexorable, y que diciembre (y con él todos mis "bres" favoritos) se despedirá hasta el próximo año. Pero bueno, siempre volverá. 
Este año, además, la comparto con un compañerito nuevo. Es la primera Navidad de Michi y, conociéndolo, estoy segura de que hará de las suyas con el árbol de Navidad. Este blog dará noticias de ello.


3 comentarios:

  1. No hay nada mejor que pasar un día lleno de ilusión :) Yo he de admitir que comencé la temporada de Christmas tea hace un par de semanas, no me pude resistir..... Diciembre es un mes especial y no veo mejor forma de pasarlo que comiendo galletitas especiadas, tomando té de Navidad y controlando a los mininos para que lo que cuelga del árbol no acabe colgándoles de las patitas :P Yo me paso el año esperando que llegue, aunque cuando se acerca, ya empiezo a tener la sensación de qué rápido ha llegado y luego qué rápido se ha ido, pero mientras diciembre siga ahí, there's something to look forward to :)

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  2. Es fantástico tener ilusión por las pequeñas cosas, y es cierto que todos esos detallitos ayudan, y convierten la época en algo especial, aunque se hayan empeñado en convertirlo en algo comercial. Un abrazote, Margie!

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  3. Pues que se empeñen en lo que quieran que nuestra ilusión no decaerá. Besazos gigantescos a los dos.

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